Teatro Teresa Carreño
Nuestra Sede
A comienzos de la década de 1970, el entonces presidente de la OSV propuso construir una sala de conciertos que fungiera como sede de dicha orquesta, ya que los teatros más relevantes de la época (Teatro Municipal y Teatro Nacional) no cumplían con todos los requisitos técnicos y de aforo.
El Centro Simón Bolívar tomó la idea para llevarla más allá y transformarla en un complejo multicultural. En 1970 los arquitectos encargados del proyecto, Tomás Lugo Marcano, Jesús Sandoval y Dietrich Kunckel, visitaron varios teatros de Europa y América para tener en cuenta sus estructuras y adelantos, de forma que pudieran emplearse algunas de las características en la futura edificación venezolana.
De esta forma se inició la construcción del Teatro Teresa Carreño en 1973, dos años después de la muerte de Pedro Antonio Ríos Reyna, quien dio el primer paso para su creación. La inauguración se realizó en dos fases: la primera fue en febrero de 1976, con la sala José Félix Ribas.
Años más tarde, en abril 1983, se hizo la segunda y última inauguración, con la sala Ríos Reyna en homenaje al violinista y director orquestal, además de habilitar el resto del complejo cultural. Este evento se celebró con un concierto que brindó la Orquesta Sinfónica Venezuela. La sala que lleva su nombre es la sala principal del teatro.
Muerte y legado
El 13 de febrero de 1971, el músico se encontraba en Nueva York, Estados Unidos, para realizar gestiones relacionadas con la OSV. Ese día fue arrollado por un camión de carga, lo que causó su muerte.
A comienzos de la década de 1970, el entonces presidente de la OSV propuso construir una sala de conciertos que fungiera como sede de dicha orquesta, ya que los teatros más relevantes de la época (Teatro Municipal y Teatro Nacional) no cumplían con todos los requisitos técnicos y de aforo.
El Centro Simón Bolívar tomó la idea para llevarla más allá y transformarla en un complejo multicultural. En 1970 los arquitectos encargados del proyecto, Tomás Lugo Marcano, Jesús Sandoval y Dietrich Kunckel, visitaron varios teatros de Europa y América para tener en cuenta sus estructuras y adelantos, de forma que pudieran emplearse algunas de las características en la futura edificación venezolana.
De esta forma se inició la construcción del Teatro Teresa Carreño en 1973, dos años después de la muerte de Pedro Antonio Ríos Reyna, quien dio el primer paso para su creación. La inauguración se realizó en dos fases: la primera fue en febrero de 1976, con la sala José Félix Ribas.
Años más tarde, en abril 1983, se hizo la segunda y última inauguración, con la sala Ríos Reyna en homenaje al violinista y director orquestal, además de habilitar el resto del complejo cultural. Este evento se celebró con un concierto que brindó la Orquesta Sinfónica Venezuela. La sala que lleva su nombre es la sala principal del teatro.
Cumplida la primera etapa sobre el proyecto de construccion de la sala de conciertos y sede la Orquesta Sinfonica Venezuela.
Maqueta del anteproyecto de la futura sede y sala de conciertos de la Orquesta Sinfónica Venezuela.
También fue uno de los miembros fundadores de la institución José Ángel Lamas y fue uno de los responsables de la creación de la Coral Filarmónica de Caracas y la Concha Acústica de Bello Monte. Además, fue director-fundador de la Orquesta Estudiantil de Cámara de la Universidad Central de Venezuela (UCV), así como de la Orquesta Experimental de la OSV.
En sus últimos meses de vida logró interesar al Presidente Constitucional de la República en la edificación de una sede propia para su orquesta, logrando así la donación de un vasto terreno cercano al Parque Los Caobos en el cual se alzará en 1972 como un símbolo y un recuerdo de su vida llevando su nombre. Fue el único propósito, el único sueño cuya realización no alcanzó a ver. Quedan en cambio de esta última etapa de su existencia organismos que le deben la suya como la "Coral Filarmónica de Caracas"- fundada con motivo de los cuarenta años de la fundación de la orquesta- y el Consejo Consultivo de la Sinfónica en el que cierran filas personalidades destacadas, venezolanas y extranjeras, unidas todas en una lucha sin descanso por la cultura nacional.